La cabeza va por su lado. Soñé con leonas, soñe con enfados, soñé con miedos.
Leonas que parecían mansas pero me acechaban y no podía moverme a mi antojo, eran leonas, no tenían melena,,,,pero esa consciencia del género femenino la tuve al despertar. En el sueño sabía que eran felinos, semi-mansos, pero con toda su fiereza interior. Incluso llegue a pensar, soñando, que me arrancarían un brazo, y que eso sería lo menos malo que me podía ocurrir. El enfado era de la parte matriarcal. Era un enfado muy fuerte, el vacío...así lo experimenté,,,,ya ahora recuerdo que había un bebé, de alguien,,,o nuestro, que era super protejido por la parte matriarcal y patriarcal creando a la vez el vacío. Todo estaba repleto de un vehículo grande, viejo, antiguo...un camión de carga. El miedo estaba allí, miedo a las leonas, miedo al vacío, y mi propio miedo que he descubierto esta mañana. Miedo a quedarme sola, miedo a equivocarme , miedo al dolor, miedo a repetir y caer...otra vez. El miedo que hacía un tiempo que no veía, que no me apetecía porque me va frenando...ahí estaba, en mi sueño. Estaba esperando a saltar o a aparecer como si fuera un actor secundario. Pero está ahí, entre miedos antiguos y básicos. El miedo a no contactar conmigo y perderme.
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