De pronto se oyo el timbre de la puerta. Pregunte quien era, pero nadie me contesto. Fui diercta a abrir, despues de dejar el trapo de cocina encima del microondas, y el kiwi medio pelasdo encima del marmol. Era temprano, pero ya habia amanecido.La perra se fue directamente a la puerta, pero sin ladrar,,,ummm, me parecio raro. Ultimamente ladraba por todo. Fui detras de ella, y volvi a preguntar. Mire por la mirilla, y pude medio ver la cabeza de un niño pequeño. Abri.
De repente la perra, empezo a lamer al niño o niña que habi alli?, alzo su cabecita y me miro. Algo se quedo paralizado en mi. Me miro, la mire, sonrei, rei, se rio. La cogi de la mano mientras Frida iba moviendo el rabo hacia el comedor. Andaba despacito, pero no paraba de mirarme, y yo tampoco a ella. La reconoci aun sin que me dijera nada.
Llegamos al comedor. Comenzaba a salir el sol, y entraba bastante luz por la balconera. Frida se acosto al lado de la mesa, mientras yo iba directa al sofa con ella. Nos sentamos al mismo tiempo. La perra nos miraba, y estaba muy tranquila.
Mire a esa niña, mi niña. Le acaricie la cabeza, le toque la cara, ella sonreia. La cogi en brazos y la abrace, la puse en mi regazo y la acune, mientras ellas me hacia caracolillos en el pelo. Le cante la nana de pequeña, y me miraba fijamente, y yo a ella. No podia parar de sonreir, y ella se iba quedando dormida como yo. Un escalofrios recorrio mi pierna izquierda, como la noche de fin de año del año anterior.
Pude tener en brazos a mi niña, hasta que me dormi. Intente no hacerlo, pero entendi que era parte del juego. Pense antes de cerrar los ojos cuidar de mi, asi, como lo estaba haciendo esa mañana, con tanto mimo y cuidado. Pense en no dejar nunca de acariciarme, de sonreirme, de tocarme con dulzura. Decidi que nunca dejaria de hacerlo.
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